No se sabe exactamente cuando fueron construidos los molinos y batanes de Mosquetín, pero la primera mención que atestigua su existencia aparece en el llamado Catastro de Ensenada del año 1753. El documento habla de la existencia en el lugar de 5 molinos harineros y sobre los batanes dice lo siguiente: en dho. Coto [de Señorás] hai dos batanes de bater buriel o lana del país, el uno llamado Mosquetín, sobre el rio de este nombre propio de Matheo de Lema, cuia utilidad le regulan en ciento cinquenta rrs. vellon y el otro sobre el mismo rio propio de Antonio de Romar, cuia utilidad le rregulan en ciento cinquenta rs. vellón. El término buriel o burel designa normalmente al tejido basto de lana, que en la zona también se denomina xerga (jerga).
Los Mateo de Lema y Antonio de Romar mencionados en el catastro son antepasados de los últimos propietarios del conjunto de Mosquetín, Carmen García García y Luis García Lema, antes de su adquisición por la Diputación de A Coruña a finales del siglo XX. Durante casi 250 años estas dos familias fueron responsables del funcionamiento de batanes y molinos.
Varias décadas después de la elaboración del catastro, en 1804 el ilustrado Lucas Labrada en su “Descripcion económica del Reyno de Galicia” habla de la existencia de un total de 166 batanes en territorio gallego. Tres mazos, probablemente los de Mosquetín, estaban en la jurisdicción de Vimianzo.