Los batanes son una auténtica obra de ingeniería popular a pesar de su apariencia simple. Su maquinaria está hecha totalmente de madera, sin ningún clavo ni pieza de hierro para evitar la formación de óxidos y la rotura de las ropas. Están formados por una gran cantidad de piezas que reciben diferentes nombres, configurando un rico léxico. Sin embargo son tres sus elementos principales: la rueda, los mazos y la mesa.
La rueda o rodicio es similar a la de los molinos, pero en el caso de Mosquetín es vertical y se encuentra en el interior del edificio. Tiene una serie de palas cóncavas, las penas, que son las que hacen mover la rueda cuando el agua cae sobre ellas. El movimiento de la rueda se transmite al eje, que es una pieza cilíndrica de pino. En el eje hay otras piezas salientes de madera, las levadoras, que al moverse accionan los mazos levantándolos de forma alternativa.
Los mazos reciben el nombre de manlles y constituyen otra de las piezas importantes. Son levantados por las levadoras para caer después con su propio peso sobre las mantas que están colocadas sobre la pía. El golpeo de las manlles es rítmico y alternativo. Cuando una golpea las mantas, la otra ya está levantada y a punto de bajar.
La tercera pieza clave es la mesa. Se trata de la estructura que sostiene los mazos y tiene una cavidad, la pía, en la que se colocan las piezas de lana para recibir los golpes de los mazos y así poder ser abatanadas.