El batán de Servia

En el edificio sur de Mosquetín, en una de las estancias que anteriormente ocupaba un molino albeiro, se sitúa hoy una maqueta a escala en madera de un batán.

Su historia no puede ser más curiosa. Fue hecha por José Ramón Ces Ces, dueño de dos batanes que funcionaron hasta 1960, en la aldea de Servia (Vilacoba), ayuntamiento de Lousame.

Por la década de 1970 los batanes fueron desmontados y las piezas se guardaron durante años en la casa de los propietarios. Los aparejos, al ocupar mucho espacio, acabaron por ser quemados, pero antes de que eso sucediese José Ramón decidió hacer una maqueta de un batán en madera de roble a una escala del 4%. No sólo eso, sino que para que no se perdiese el conocimiento del ingenio apuntó en un cuaderno todas las piezas con sus nombres, medidas e incluyó también numerosos dibujos.

Maqueta del batán de Servia.

El bataneiro murió en 1985, pero la familia conservó tanto la maqueta como sus escritos. Unos años más tarde, gracias a las gestiones de Xosé María Lema y Paco Doval, los familiares donaron la maqueta a la Diputación de A Coruña. El objetivo era que estuviese expuesta en Mosquetín, para que todos pudieran conocerla.

Sin embargo, diversos problemas burocráticos hicieron que estuviera depositada durante mucho tiempo en dependencias del Forno do Forte (Buño, Malpica). Finalmente en febrero de 2017 el “batanciño”, de 130 kg de peso fue vuelto a montar por el carpintero Xesús Santos y colocado en O Mosquetín. Al acto de presentación de la maqueta asistieron los familiares de José Ramón Ces 18 años después de su donación.

Cartel de la presentación de la maqueta del batán de Servia.