Es muy frecuente que los molinos de río aparezcan construidos al lado de los batanes ya que aprovechan la fuerza de la misma corriente de agua para funcionar. Pero además en Mosquetín podemos ver un conjunto de molinos particularmente interesante por la cantidad y variedad de los mismos.
En total son siete los molinos. Hay cuatro “negreiros”, dos “albeiros” y uno de “relón”. Los primeros, también llamados de piedras negras, son los más habituales en A Costa da Morte y en Galicia y se usaban para moler el maíz.
Los molinos “albeiros” o de piedras blancas, por el contrario, eran empleados en la molienda del trigo y solían a estar hechos con piedras de origen calcárea o cuarcita. El pie y la capa del molino “Albeiro” de arriba, habían sido traídos originalmente de Francia, aunque los actuales se aprovecharon por la década de los 80 de otro molino en ruinas de la parroquia de Salto.
El molino de “relón” se usaba para volver a moler el salvado del trigo que se cribaba y se pasaba otra vez por el molino.
Es interesante destacar que varios de los molinos del edificio sur funcionaban con la misma corriente de agua que movía las ruedas de la construcción norte.
Los molineros de Mosquetín no cobraban en dinero como se hacía con los batanes. Los clientes pagaban la maquía (maquila, en castellano), que era un pago en especie. Venía a ser 1 kg por ferrado, teniendo en cuenta que en la zona el ferrado de maíz es 18 kg y lo de trigo 13 Kg.